martes, 7 de julio de 2009

LA VOZ DE TARRACO 3




4 comentarios:

  1. Al revés te lo digo, 'pa' que me entiendas: el cordobés era Séneca; Cicerón nació en Arpino, al sudeste de Roma, en el Lacio.

    ;-)

    ResponderEliminar
  2. Estamos muy contentos que todo vaya tan bien... sabemos que estais disfrutando al máximo de este campamento en donde aprendeis tantas cosas los unos de los otros gracias a la fraternidad que reina... Para nuestro hijo Luis Felipe, es su primer campamento con la OJE, y sabemos que lo debe estar pasando "bomba"... Un gran abrazo y, como hacemos los Scouts colombianos, un fuerte apretón de mano izquierda.... para vosotros y nosotros un SQV y no podemos dejar de recordar también un lema scout "Siempre Listos Para Servir"

    ResponderEliminar
  3. En el mundo hispanoparlante, Séneca ha sido considerado como nacido en la moderna Córdoba. El padre de Séneca, Marco Anneo Séneca, era un procurador imperial que se convirtió en una auténtica eminencia de la retórica, el arte de la oratoria y del debate. Además de Lucio, Marco tuvo otros dos hijos que a su manera también alcanzaron cierta relevancia: el primero, Novato, más conocido como Galión, fue el gobernador de Acaya que declinó ejercer su jurisdicción sobre San Pablo, y lo envió a Roma; el segundo, Mela, aunque menos ambicioso, fue un hábil financiero famoso por ser el padre del poeta Lucano, que, por tanto, era sobrino de Lucio Séneca. De toda la vida de Lucio Séneca previa al año 41 d.C. apenas si sabe gran cosa, y lo que en general se sabe es gracias a lo que el propio Séneca dejó por escrito en sus obras. Sea como fuere, es claro que provenía de una familia distinguida, perteneciente a la más alta sociedad hispana en una época en que la provincia de Hispania estaba en pleno auge dentro del Imperio Romano.

    ResponderEliminar
  4. Decirle a mi princesita Mae q me alegro q se lo esté pasando genial por su rápida adaptación y q sepa Q LA EXTRAÑO MOGOLLON DE LOS MOGOLLONES sin más un fuerte abrazo para todos.Rodrigo

    ResponderEliminar